He dedicado toda mi vida profesional a la comunicación; y la conclusión es que me encanta estar con las personas. Comunicarme con ellas. Directamente.
Hay herramientas que facilitan la transmisión puntual de algunos conocimientos y datos concretos, pero no hay ningún acto más hermoso que la transmisión directa de nuestra alegría y nuestros sentimientos.
Me encanta la energía de los grandes auditorios, donde las personas siguen con expectación la evolución de los ponentes. Porque los seres humanos seguimos necesitando que nos cuenten historias, que nos hagan partícipes de sus alegrías. Que nos conmuevan.
Por ello, estoy profundamente agradecido a mis amigos y compañeros que me ofrecen, desde hace años, protagonizar la entrega de distintos y prestigiosos galardones del sector de la comunicación. De mi sector.